martes, 1 de diciembre de 2009

El atrezzo: Teflón®

El norteamericano Roy J. Plunkett descubrió la resina de politetraflouroetileno cuando trabajaba como jefe químico de los laboratorios Du Pont en 1938, mejor conocida como teflón® (marca registrada por laboratorios DuPont), un material antiadherente, con múltiples usos en la vida cotidiana: recubrimiento aislante de cables conductores, prótesis quirúrgicas, trajes repelentes del agua… La resina es antiadherente debido al flúor que la compone. El flúor es un elemento que tiende a repeler a las demás moléculas procurando asociarse consigo mismo, esto hace que casi ningún agente químico afecte la estructura carbonada del polímero mismo. Esta barrera es resistente a la mayoría de ácidos y bases existentes e insoluble a muchos disolventes orgánicos. De ahí sus propiedades antiadherentes. El método más efectivo para pegar el teflón a una sartén (por ejemplo) es conseguir que por un lado la molécula sea adherente (el lado que vamos a pegar a la sartén) y por el otro sea antiadherente para que siga conservando las propiedades que buscamos. ¿Cómo se consigue esto? Pues modificando la estructura de la molécula químicamente. Se trata de bombardear con iones en un campo eléctrico (o plasma), con un elevado grado de vacío, para conseguir arrancar muchos átomos de flúor y sustituirlos por otros, por ejemplo de oxígeno, que se adhieran mejor a las superficies.

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